viernes, 24 de junio de 2011

Poema: La derrota de tus dudas




Yo poseo una privacidad incapaz de expulsar a a sus intrusos
yo vivo en un paraíso sin Edén.

Yo prisionera, porque estos ojos no reconocerán la muerte cuando la vean.
Yo libre, porque estos ojos verán un horizonte donde levantes una pared.

Sabes que sin titubeos amalgamé en tu caliz el cielo que exhalaba el cielo
justo cuando dejaste caer una gota del infierno que le sangraba al infierno.

Dime, qué ángel olvidó en mis manos estas cadenas de plata y silencio
con ellas me ciño al tiempo, con ellas cargo la vida.

Mira este naranja febril, esta insaciable luz árida,
mira las emisiones cáusticas de estos ojos con memoria.
Míralos reconocer el enigma senil que nos quema.

... Así soy:
leyenda prohibida, oculta en las penumbras del destino
aquí, donde tú reclamas la luz eterna
allá, donde sólo eres el espanto esporádico del trueno.

... Así soy:
voracidad engullendo la eternidad de tu infinito
luz que atraviesa tus tinieblas y no las quema
por que soy el relámpago que que escapó del rayo
revelando las ruinas de esta salvación mentida.

Pues esta es mi tormenta humana y estoica.
Mi providencia sin cobardías.
La dignidad no establecida.
La certidumbre que me toca.
La derrota de tus dudas.


Wara Ysabel

1 comentario:

  1. Ummmm, peligroso camino el que abre este poema, tendre qeu respondertelo, recuerda me el de un sueño, creo que podria ser una respuesta adecuada
    froi

    ResponderEliminar